CUIDADOS DE LA ALPARGATA
La alpargata es un calzado de tejidos naturales, como es el yute, Yute, algodón, lona, por esta razón debemos tener en cuenta ciertos cuidados a la hora de su limpieza.
En la alpargata encontramos varias partes, la suela que está fabricada de cuerda de yute o Yute y se encuentra recubierta en su totalidad de caucho para proteger de la humedad y el desgaste el Yute, otra parte que encontramos es la capellada, que es la parte de lona que cubre el pie.
LIMPIEZA DE LA SUELA
Para proceder a la limpieza de la suela, debemos tener en cuenta el tipo de suciedad que tenemos que limpiar.
POLVO: Si encontramos sólo polvo acumulado al final del día en la suela o cuña de Yute de nuestra alpargata, la limpiaremos con una toallita de bebé húmeda, “nunca con exceso de humedad”, la pasaremos con suavidad por toda la zona del Yute, de esa manera la limpiaremos sin miedo a dañar el tejido.
BARRO: Si encontramos barro en la suela o cuña de nuestra alpargata la limpiaremos con un sencillo cepillado siempre utilizando un cepillo de cerdas blandas para no dañar el Yute y siempre en el sentido del trenzado de este, es muy importante dejar secar el barro antes del cepillado.
MANCHAS NEUTRAS: Si encontramos alguna mancha más específica en la suela o cuña de nuestra alpargata, la limpiaremos usando un trapo de algodón blanco humedecido en agua y jabón neutro, insistir en la mancha con cuidado hasta que esta desaparezca, después pasaremos otro trapo sólo humedecido con agua para terminar el proceso y dejaremos secar en un lugar a la sombra, sin luz directa del sol, es muy importante que limpiemos siempre en húmedo, nunca con exceso de agua.
Hay que tener en cuenta que manchas de vino, café, aceite es muy complicado eliminarlas, estas recomendaciones son para manchas más neutras.
LIMPIEZA DE LA CAPELLADA O LONA
Para proceder a la limpieza de la capellada o lona, debemos tener en cuenta el tipo de suciedad que tenemos que limpiar.
Las recomendaciones que a continuación detallamos son para manchas neutras, para manchas conflictivas como café, vino, aceite deberemos llevar nuestra alpargata a un centro específico de limpieza de calzado.
POLVO: Si encontramos sólo polvo acumulado al final del día en la capellada o lona de nuestra alpargata, la limpiaremos con una toallita de bebé húmeda, “nunca con exceso de humedad”, la pasaremos con suavidad por toda la zona de la capellada, de esa manera la limpiaremos sin miedo a dañar el tejido.
MANCHAS: Si encontramos alguna mancha más específica en la capellada o lona de nuestra alpargata, la limpiaremos usando un trapo de algodón blanco humedecido con agua y jabón neutro, insistir en la mancha con cuidado hasta que esta desaparezca, después pasaremos otro trapo sólo humedecido con agua para terminar el proceso y dejaremos secar en un lugar a la sombra, lejos de la luz de sol directa.
Es muy importante que limpiemos siempre en húmedo, nunca con exceso de agua.
CONSERVACIÓN ENTRE TEMPORADAS
Para conservar en perfecto estado nuestras alpargatas podemos espolvorear polvos de talco con mucho cuidado y sólo en la suela o cuña “nunca en la capellada o lona” dejar actuar el talco unos 5 minutos y retirar después de transcurrido este tiempo con cepillo de cerdas blandas cepillando suavemente, este proceso es más delicado que los anteriores por el cuidado que debemos tener al espolvorear el talco, para no manchar la capellada con éste.
El proceso de Conservación entre temporadas es opcional no estamos obligados a hacerlo.
PRECAUCIONES
Debemos tener muy en cuenta, que nuestra alpargata no la usaremos en un día lluvioso, que nunca la lavaremos en la lavadora “bajo ningún concepto”, siguiendo estos consejos podremos disfrutar de nuestras alpargatas por más tiempo.
Recuerda, “Quien pisa fuerte, deja huella”